Época: Arte Español Medieval
Inicio: Año 1150
Fin: Año 1250

Antecedente:
Monasterios de monjas cistercienses

(C) María del Carmen Muñoz Párraga



Comentario

La arquitectura de los edificios del Císter femenino sigue, aunque sea en tono menor en muchas ocasiones, los mismos planteamientos teóricos que vemos en las fundaciones de los monjes. Desde luego debemos rechazar categóricamente cualquier tipo de adjetivación cisterciense referida a planteamientos estilísticos, sólo podríamos hablar de edificios cistercienses en tanto y en cuanto nos refiriésemos a funciones específicas para esta Orden. Por ello, al referirnos a una construcción cisterciense, lo hacemos para explicarla artísticamente dentro del período en que tienen lugar las obras. Así, tenemos un Císter románico, otro protogótico, otro gótico, etc.
Los edificios de monjas han sido considerados siempre como obras más apegadas a las tradiciones arquitectónicas locales que los monasterios de monjes. Esta afirmación no corresponde a la auténtica significación de estas obras, pues la realidad es que entre uno y otro tipo de monumentos suele existir una clara diferenciación de medios. Las comunidades femeninas, al contar con una economía poco saneada, salvo las excepciones, tantas veces reiteradas aquí, deben acudir a una mano de obra menos cualificada y a unos materiales más pobres. Estas circunstancias, unidas a un más lento proceso de construcción, hacen que los monasterios adquieran un aspecto arquitectónico más próximo a las construcciones domésticas de su entorno. Realmente la nómina de los monasterios femeninos es muy reducida en comparación con los de hombres, pues esa penuria a la que hemos aludido conlleva la ruina rápida de su existencia, no quedando, en la mayoría de las ocasiones, más testigo de su viejo pasado que una modesta iglesia.